China ha adoptado un enfoque gradual de transición de una economía planeada a una economía capitalista de mercado

Hace falta la implementación de reformas que flexibilicen la asignación de recursos
financieros

Según el Banco Internacional de Pagos, los problemas de apalancamiento más la
declinante productividad y la decreciente flexibilidad financiera en China, constituyen una
trinidad de riesgos

23 de noviembre 2022.- Omar Wicab Gutiérrez, investigador de la Universidad Autónoma de Nayarit dictó la ponencia La formación de la intermediación y la política monetaria China como parte del ciclo de conferencias Situación geopolítica en Asia Pacífico: desafíos y posibles soluciones, organizado por la Comisión de Relaciones Internacionales.

Destacó que China ha adoptado un enfoque gradual de transición de una economía planeada a una economía capitalista de mercado. La transición del sistema financiero y monetario chino ha seguido un dual tracking, es decir, una doble vía, que de acuerdo a Huang y Wuang, obliga a mantener una represión financiera que se fundamenta en: el control de la tasa real para depósitos bancarios, el control de la tasa de interés, el control de la cuenta de capitales, los requerimientos de encaje legal, la participación de los bancos estatales en el total de créditos y la participación de los préstamos a las empresas estatales.

Señaló que algunos investigadores se han mostrado preocupados por la falta de implementación de reformas que flexibilicen la asignación de recursos financieros, que de no darse afectará la marcha de la economía en su conjunto.

Clasificó en términos generales 3 etapas en la evolución del sistema financiero chino, la primera, la formación del sistema bancario, de la planificación a la regulación de mercado; segunda, crisis financiera (90s) e ingreso a la OMC y la apertura hacia el mundo y tercera, de la Gran crisis (2008), iniciativa de la Ruta de la seda (2013-2015), hasta el presente.

El investigador expuso que, según Stent, el actual sistema bancario chino es un sistema híbrido diseñado para servir a la economía real bajo la guía del partido comunista, es una economía de mercado socialista (en la definición de sus dirigentes).

No obstante, los esfuerzos chinos para flexibilizar la política, según el Banco Internacional de Pagos, los problemas de apalancamiento más la declinante productividad y la decreciente flexibilidad financiera en China, constituyen una trinidad de riesgos.

Según Huang y Wang la reforma financiera ha sido fuerte en cantidad y débil en calidad. Han señalado que esto se debe al enfoque reformista chino que privilegia el gradualismo en las reformas y no las políticas de shock aplicadas en los países del este europeo que desmantelaron la planificación central y privatizaron la economía.

En el caso chino se trata de aplicar políticas graduales que protejan a las empresas estatales en tanto facilitan el crecimiento rápido de otras formas empresariales. De ahí que este sistema de reformas que mantiene una doble vía sea el resultado de decisiones políticas. Esto ha conducido a que el sector de empresas estatales esté protegido mediante la intervención en los mercados de factores y la represión financiera.

Para concluir manifestó que, de continuar este proceso tanto en el sector financiero (bancario y no bancario), en la determinación de los controles de cambio y de los flujos de capital, en la determinación de la tasa de interés para depósitos y créditos, así como el control del tipo de cambio, la economía china corre el riesgo de distorsionar la asignación de recursos, tal y como ha ocurrido hasta el presente, hacia el sector de empresas estatales.

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