Cambio en la política exterior de Estados Unidos hacia China: de socio comercial prioritario a una amenaza a su hegemonía en el sistema internacional
No es una guerra comercial es una lucha entre gigantes tecnológicos
Renato Balderrama Santander, director del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad Autónoma de Nuevo León y Coordinador Nacional de la Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África capítulo México, dictó la conferencia China, política industrial y lucha hegemónica: innovación tecnológica como fuente de poder en el sistema internacional.
Inició su conferencia partiendo de la pregunta respecto a si el surgimiento de China es una lucha hegemónica y propone otro abordaje para tratar de explicar el conflicto entre Estados Unidos y China. A través de la correlación entre política industrial y lucha hegemónica ¿puede la innovación tecnológica ser una fuente de poder en el sistema internacional?
De acuerdo a las proyecciones para el año 2023 respecto al PIB nominal, China está muy cerca de ser la mayor economía del mundo. Habló del contexto del conflicto aludiendo al cambio en la política exterior de Estados Unidos hacia China, la cual pasó de considerarlo como socio comercial prioritario a una amenaza a su hegemonía en el sistema internacional. Por parte de China hay un discurso permanente de que no es la intención.
Destacó dentro del marco teórico tomando como referente a Gilpin, “si el desequilibrio en el sistema internacional no es resuelto, entonces el sistema cambiará y un nuevo equilibrio refleja la redistribución de poder que se establecerá”. China ha logrado convertirse en un gigante actor en innovación científica y tecnológica. Occidente se ha equivocado en tratar de que China vea todo como se ve acá, que haya una sola visión.
No es una guerra comercial es una lucha entre gigantes tecnológicos. Es la política industrial que lee los cambios globales. Los gobiernos crean un ambiente favorable para la inversión, fomentar la creación de empleos y mejorar la productividad de las empresas.
Habló de los modelos de industrialización catch up industrial (gobierno como promotor y conductor del desarrollo industrial) y modelo diamante de Porter (papel externo del gobierno).
Hoy existen nuevos motores de crecimiento y de tecnología aplicada al mercado. China nos sorprende porque innova, es un país comunista, pero con un capitalismo agresivo. El made in China es una de las tantas políticas de esta red de políticas industriales.
En China se prioriza con 10 industrias clave, nueva generación de las telecomunicaciones, de máquinas computarizadas, equipo de aviación, marítimo, ferroviario, autos eléctricos, nuevas energías, equipo agrícola, nuevos materiales, bio medicina.
China está en las cadenas de producción desde lo más básico hasta lo más avanzado. De tal suerte que la nueva economía global se enfoca en producir unicornios. Los unicornios del mundo están solo en 29 países, básicamente China y EU tienen el 80% de los unicornios.
El también director de Korea Foundation, concluye que no solamente no es una guerra comercial, sino que es tecnológica y que por lo tanto la innovación nos demuestra que sí es una fuente de poder que genera esta percepción de que se puede trastocar el orden internacional.